miércoles, 27 de febrero de 2008

Noticias de Ciencia






Un grupo de investigadores de Estados Unidos y Holanda han demostrado, a partir de imágenes de la superficie de Marte que lleva años recopilando la NASA, que unas formaciones en forma de abanico situadas en los extremos de algunas cuencas de la superficie del planeta rojo podrían haber sido formadas por grandes corrientes de agua. Se considera que el agua podría proceder del interior del planeta.

Los científicos han identificado varias formaciones que podrían corresponder con cuencas excavadas por el agua, observándose, en algunas de ellas, unas formaciones parecidas a las de los deltas de los ríos de la Tierra, pero que terminan en una forma escalonada.

Dado que estas formaciones en abanico y terminadas en forma de escalera no están presentes en la Tierra, los investigadores reprodujeron su formación en el laboratorio.

La investigación concluye que el único modelo que encaja con estas formaciones es la erosión debida a grandes y violentas corrientes de agua. También se considera que, a diferencia de otras formaciones geológicas que tardan miles de años en modelarse, su formación duraría unos diez años.

Uno de los investigadores afirma que la situación sería similar al volumen de agua que transporta el río Mississippi durante 10 años, llegando a una hoya de menos de 100 kilómetros de ancho.


Un proyecto patrocinado por la Unión Europea y liderado por Phillips, y en el que colaboran un grupo de cardiólogos del Reino Unido está desarrollando una serie de aparatos que serán la clave para controlar los problemas de salud y conseguir reducir las necesidades de emergencias hospitalarias en el futuro.

Una de estas innovaciones, especialmente indicada para personas con problemas cardíacos, consiste en una cama que contará con un monitor electrónico que mida la presión sanguínea, que controle los ritmos cardíaco y respiratorio, y el movimiento corporal del paciente mientras duerme. Además la persona podrá ponerse un chaleco hecho de tejido de electrodos que realizará un electrocardiograma completo. Incluso podrá ofrecer algunas claves sobre el sueño interrumpido a través de la medición de modelos de las fases del sueño.

Toda esta información será analizada en un PDA y los resultados serán enviados a los médicos por medio de una línea telefónica o una conexión de banda ancha. Esto permitirá a los médicos estudiar las mediciones de la presión sanguínea y llevar a cabo una atención sobre el paciente más efectiva. También se espera que un sistema similar se desarrolle en prendas de vestir.


Un grupo de científicos de diferentes instituciones encontró una potente droga

anti-cáncer en un alga tóxica en el Pacífico Sur, cerca de las costas de Fiji. La droga (conocida como ScA) fue encontrada en la cianobacteria L. Majuscula, también conocida como “cabello de sirena”. Los investigadores trabajaron para poder identificar y probar los compuestos marinos in vitro e in vivo y hallaron que el ScA inhibe la neovascularización, la formación de vasos sanguíneos que alimentan a los tumores, consiguiendo de esta forma eliminarlos.

“Estamos muy emocionados porque encontramos un compuesto muy potente para combatir al cáncer estructuralmente único,” dijo Dwayne G. Stupack, uno de los investigadores principales. “Creemos que será perfecto para las tecnologías emergentes, especialmente la nanotecnología, que está siendo desarrollada para atacar a los tumores malignos sin efectos secundarios tóxicos.”

El compuesto no es tóxic

o para la cianobacteria en sí misma, pero activa un “camino mortal” presente en nuestras células. Cuando las células de los vasos que alimentan a los tumores se activan y estos proliferan, se vuelven particularmente sensibles a este agente. Para tener una idea de las dimensiones, si se llenara una pileta de natación de tamaño normal con células cancerígenas, se necesitarían 3 miligramos (el peso de un grano de arroz) de ScA para poder eliminarlas completamente.

La estructura de este compuesto es ideal para aplicaciones nanotecnológicas, ya que tiende naturalmente a incorporarse a nanopartículas de tamaño molecular; de esta forma se puede

enviar el compuesto directamente hacia las células malignas y aplicar un tratamiento relativamente seguro y efectivo. “Todavía no sabemos qué tan abundante sea el ScA o si pueda ser cultivado, por lo que es muy importante que hayamos podido producirlo en el laboratorio,” agrega Stupack.


La luz es un objeto que interesó a los físicos durante milenios y lo continua haciendo. Recién a comienzos del siglo pasado se pudo establecer la dualidad onda-partícula; además se encontró que existe en el universo un límite a la velocidad que se puede alcanzar y es justamente la de propagación de la luz en el vacío, sin contar que es además la fuente de las auroras boreales, y básicamente de la vida en nuestro planeta. Recientemente investigadores de la Universidad de Glasgow y de Bristol, en el Reino Unido, encontraron lo que denominaron el “lado oscuro de la luz”, es decir que el campo electromagnético está atravesado por vórtices de oscuridad y además notaron que estas líneas tienen una estructura fractal.

Ya se había notado un fenómeno particular cuando el haz de un láser coherente y monocromático impacta sobre una superficie rugosa: se pueden observar pequeñas zonas de oscuridad y claridad que inclusive parecerían moverse a medida que el observador cambia de posición. Estos puntos oscuros se deben a la figura de interferencia que genera la luz difractada desde diferentes puntos de la superficie. En el artículo publicado por los investigadores británicos describen cómo modelaron la superposición de ondas que lleva a esa figura de interferencia, usando métodos numéricos y experimentales de lo más variados.

Al medir las superposiciones con un interferómetro, los científicos pudieron construir una imagen 3D de los vórtices ópticos. Sorprendentemente encontraron dos tipos: el 73% eran vórtices infinitos, esparcidos a lo largo de todo el haz de luz; el resto eran lazos cerrados, es decir cuando la línea del vórtice regresa al punto inicial en un área pequeña. Investigando la estructura de las líneas un poco más a fondo descubrieron con son invariantes de escala, es decir que si uno hace un zoom, lo que ve es exactamente lo mismo que antes, por lo que se trata de líneas fractales.

Una pregunta de muchos físicos es cómo fue posible la formación de galaxias si la materia estaba uniformemente distribuida en un único punto que luego dio origen al universo. Estos vórtices serían similares a las anomalías presentes en el inicio del universo, según algunos modelos cosmológicos, es decir pequeñas acumulaciones de materia en determinados puntos y no una distribución uniforme, y de esta forma se podría haber dado la posibilidad de la formación de galaxias y planetas. Es por esto que los investigadores británicos piensan que no sean meras coincidencias; especulan con la posibilidad de haber descubierto una propiedad universal de todos los sistemas ópticos que sería capaz de acercar ramas de la física hasta hoy completamente diferentes.


Fuente: Genciencia

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